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El Pueblo y su historia

Rodeado de paisajes salvajes y puros, San Antonio de Areco nos sumerge en la cultura Argentina de los Gauchos.

A sólo una hora conduciendo desde Buenos Aires por Ruta Nacional 8, la vasta planicie de las Pampas nos muestra su inmensidad. En San Antonio de Areco, ya llegamos a la cuna de la tradición.

En las calles coloniales, el tiempo parece haberse detenido y uno sólo tiene que ir a la mesa de una pulpería para convencerse. La decoración es la misma que hace un siglo, y nadie intenta cambiarla. Sin jamás dejar su boina, los gauchos van allí a pasar el tiempo, tomando una copa de vino para acompañar las coloridas conversaciones.

Las Estancias y los pequeños pueblos rurales – Villa Lía, Duggan, Vagues – también ofrecen una calurosa bienvenida. Las tradiciones se respetan con gusto y refinamiento, aunque quizás con más gusto: cada comida nos da la posibilidad de disfrutar de un típico asado argentino.

Los artesanos de San Antonio de Areco son otra de las atracciones de la ciudad. Dedicados al mundo ecuestre y más particularmente a los gauchos, realizan con inigualable maestría accesorios necesarios para los jinetes: típicos cinturones decorados con monedas (rastra), cuchillos de plata (facón), botas de cuero y mates. Dependiendo de su humor, es posible verlos trabajar en sus talleres. Y aquí también encontramos algo de la particular idiosincrasia del gaucho: nada se hace con prisa, y el trabajo debe hacerse con pasión. Estos hombres no son sólo artesanos, sino verdaderos artistas.

En 1999, la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Sitios Históricos del Ministerio de Cultura declaró Monumentos Nacionales los siguientes lugares: el Puente Viejo, el Parque Criollo y el Museo Ricardo Güiraldes, la pulpería “La Blanqueada”, la iglesia de San Antonio de Padua, la Municipalidad y la casa principal de la Estancia La Porteña.

El 20 de enero de 2015, el Congreso de la Nación promulgó la ley N° 27.105 que distingue a San Antonio de Areco con el título de Capital Nacional de la Tradición !

Su Historia


San Antonio de Areco fue fundada como Pagos de Areco en 1730, tomando como punto de partida la construcción de la primera capilla, dedicada a San Antonio de Padua.

Ranquel, Ilustración de Madero Marenco

Antes de ser conquistado por los españoles, la región fue poblada por comunidades indígenas como los Ranqueles, los Querandíes o los Pampas. Bajo la presión de la “civilización” española, las tribus han desaparecido poco a poco dando paso al mestizaje entre indígenas, conquistadores y esclavos negros. Es así que va a nacer el icónico Gaucho; un mestizo de tez oscura y sangre caliente.

 

Al principio del siglo XVIII, la plaza Ruiz de Arellano era el corral de los estancieros que fundaron la ciudad.

Hoy, en el centro de esta plaza, el monumento a Vieytes honra a Juan Hipólito Vieytes, personaje local que tuvo un papel importante en el proceso de la independencia argentina.

En 1857 se construye el puente de Martínez, que más tarde toma el nombre actual de Puente Viejo. Para cruzarlo había que pagar un derecho de paso: ¡el primer peaje de la Argentina! Este puente se encuentra en el Camino Real que, antes de la independencia argentina, permitía viajar entre el Alto Perú y Buenos Aires.

En San Antonio de Areco se transmiten desde varios siglos las tradiciones y costumbres inspiradas por los gauchos, pero el pueblo ha abrazado toda su fama tras la publicación en 1926 del famoso libro Don Segundo Sombra, que narra el encuentro entre un gaucho y un huérfano en la Blanqueada, una pulpería emblemática de la ciudad.

El escritor del libro, Ricardo Güiraldes, vivió allí mucho tiempo, y un museo dedicado a la tradición gaucha lleva su nombre. En su libro Don Segundo Sombra, el escritor describe a un hombre pobre, aunque más rico que nadie, ya que no teniendo nada, no desea más. Esta visión idealizada ahora pertenece a la historia; los gauchos se establecieron y aumentaron el ganado en tierras de los estancieros. Sin embargo, encontrar estos centauros de las Pampas es una experiencia única. Su cultura aún es fuerte en tradiciones vivas.

El poeta y novelista argentino Ricardo Güiraldes, autor de “Don Segundo Sombra” es ganador del Primer Premio Nacional de Literatura por esta obra. Muchos historiadores y habitantes locales aseguran que para su personaje principal, el novelista se inspiró de Segundo Ramírez, un gaucho de la ciudad.

Ramírez trabajó y vivió un tiempo en la estancia La Porteña (la cual pertenecía en aquel época a la familia Güiraldes), luego trabajó en la estancia La Fe, y finalmente se fue a vivir en la estancia La Lechuza.

El pueblo ha conservado a lo largo de los siglos su historia, patrimonio y identidad, convirtiéndose en uno de los lugares históricos más visitados de la provincia de Buenos Aires.

Cada año, en San Antonio de Areco, alrededor del 10 de noviembre, se celebra la Fiesta de la Tradición, el encuentro oficial de los Gauchos Argentinos, con una serie de actividades típicas.


San Antonio de Areco

El Pueblo y su historia


Rodeado de paisajes salvajes y puros, San Antonio de Areco nos sumerge en la cultura Argentina de los Gauchos.